El verano es época de aventuras, pero también de experimentación y aprendizaje, sobre todo durante la adolescencia.
Verano de 1994. Como cada año, Silvio pasará unos días en la segunda residencia de su madre en Labuerda, en el Pirineo aragonés. Aunque no le entusiasma demasiado la idea, aún le gusta menos saber que no estarán solos, ya que tendrán como invitado al nuevo novio de su madre. Para su sorpresa, éste no se presentará solo, irá acompañado de su sobrina, Lucía, una universitaria tres años mayor que Silvio. Lo que al principio parece que solo serán unas vacaciones tediosas viendo como su madre y su novio se besuquean, da un giro de ciento ochenta grados cuando los dos adultos deban marcharse por trabajo, dejando a Silvio a solas con Lucía durante siete días de verano que cambiarán su manera de ver la vida.
Abby Baker nos sumerge en una tierna historia de iniciación y descubrimiento que nos hará vibrar.
Un iniciático y bello amor de verano que dejará huella para siempre.
Una preciosa historia de amor de verano que cambiará la vida de los protagonistas para siempre.
Los que iban a ser unos aburridos días en la casa de veraneo en el pueblo de Labuerda, se convierten en una emocionante aventura en la que Silvio aprenderá lo que significaba amar y recordará para siempre esos días del verano del 94 que cambiaron su vida.
Siete días de verano cuenta una historia de adolescencia intensa, de esos veranos en los que la vida se acelera para vivir cada día una aventura inolvidable y de aprendizaje. Además, tiene un tono vintage, ya que tiene lugar en los años 90.
En este caso el narrador de la historia es el chico y describe como vivió ese primer amor y cómo lo recordará en el futuro.
El precioso paisaje del pirineo Aragonés será el telón de fondo de esta historia de un ardiente amor de verano.