Hal, nuestro artista de doce años preferido y futuro detective, vuelve a la carga. Esta vez, el barón Essenbach les ha llamado para que le ayuden a resolver un misterio. Pero uno… ¡sobenatural! Porque el barón cree que hay algo raro en la familia de su esposa, los Kratzensteins, una importante y poderosa saga de la que se rumorea que está maldita porque uno de sus antepasados hizo un trato con el diablo.
Hal y Nat pondrán rumbo a Alemania para ayudar al barón, pues algo humano tiene que haber detrás de esa historia… Porque, las maldiciones no existen. ¿O quizá sí?
Una visión actualizada de las clásicas historias de detectives en trenes, al más puro estilo de Agatha Christie, en las que se van recabando pistas hasta dar con el sorprendente culpable final.
Libro con gusto clásico para los amantes de las historias bien elaboradas.
Los lectores de todas las edades se quedarán atrapados en el reguero de pistas que conduce la historia, desarrollada dentro de un evocador tren, como si del mítico Orient Express se tratara.
Ingenio, agudeza visual y capacidad deductiva: el protagonista de esta novela es un joven Sherlock Holmes o un nuevo Hércules Poirot, modernizado.