El creador de Lo que el pulpo me enseñó nos revela, en esta apasionante historia de amor por la naturaleza, como volver a conectar con el mundo natural.
En estas emocionantes memorias de una vida dedicada a explorar los lugares más increíbles de la Tierra —desde el Gran Bosque Marino Africano hasta las guaridas de cocodrilos del Delta del Okavango—, Craig Foster revela como podemos prestar atención a la belleza terrenal que nos rodea y hacer crecer nuestro amor por todos los seres vivos.
Un poético y fascinante libro en el que el famoso documentalista que nos emocionó con su historia de amistad con un pulpo comparte su experiencia de décadas de inmersiones diarias en el océano y sus conocimientos de la sabiduría de maestros indígenas y la ciencia de vanguardia.
Craig Foster es un cineasta y documentalista sudafricano conocido principalmente por su trabajo en el documental Lo que el pulpo me enseñó. Este documental, con una impresionante cinematografía submarina, emocionó por su exploración de las complejas interacciones entre humanos y naturaleza y ganó varios premios, incluido el Premio Oscar al Mejor Documental en 2021.
Co-fundador de Sea Change Project, una organización sin fines de lucro dedica...
Leer más«Cuando recuerdes el idioma salvaje —tu primer lenguaje— descubrirás que te nutre y te vigoriza como ninguna otra cosa. Eres una parte integrante del mundo que te rodea; tu vida es un hilo esencial entretejido en tu planeta vivo.»
Hace unos años Craig Foster creó un documental que emocionó a todo el mundo: Lo que el pulpo me enseñó, la sorprendente y conmovedora historia de su amistad con un cefalópodo.
Ahora en este libro, Craig Foster va más allá de su aclamado documental y nos propone un viaje para reencontrarnos con la naturaleza y volver a conectar con nuestro espíritu salvaje.
Alma Anfibia es la guía de un hermoso viaje, tanto intelectual como emocional y espiritual, en el que Craig Foster nos recuerda que también somos naturaleza.
«Me fijé en un larguísimo hilo de seda de araña que ondulaba en la tenue brisa que penetraba en la jungla. Un rayo de sol iluminaba la seda, que brillaba sobre el fondo verde oscuro de la vegetación. Contemplé aquel hilo como si estuviera observando el tiempo por un telescopio. Percibía la fragilidad y la fuerza de aquella única hebra de seda de araña.
El hilo se veía soleado y resplandeciente, hasta que una nube cubrió el sol y desapareció; pero no me supo mal que desapareciera. Sabía que iba a tener que seguir esforzándome toda mi vida para mantener ese hilo brillando.»
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