Cinco pilares sostienen las letras estadounidenses: Hermann Melville, Nathaniel Hawthorne, Walt Whitman, Henry David Thoreau y Ralph Waldo Emerson. Refiriéndose a ellos y al periodo en el que vivieron y escribieron su obra literaria, el crítico F. O. Matthiessen habló del «renacimiento americano».
Todo sucedió en la costa Este, en los tres vértices de un triángulo que forman Nueva York, Boston y la pequeña población de Concord; un perímetro pequeño que propició que los autores mencionados establecieran lazos entre sí. Un dato significativo: Emerson fue amigo de todos los demás, con la excepción de Melville, que vivía muy aislado del medio intelectual de la época.
Estamos en pleno siglo xix y Estados Unidos busca una voz propia y diferenciada de la heredada de Europa. Y esa voz toma cuerpo en los campos de la narrativa —tanto la novela como el relato—, la poesía y el pensamiento en estos cinco escritores, a los que habría que añadir otros nombres de primera magnitud como Edgar Allan Poe, Emily Dickinson, Mark Twain, Henry Adams y Henry James.
¿Qué aporta Emerson al renacimiento americano? Una voz propia que desarrolla como ensayista y como poeta, y fundamentalmente una filosofía que no aspira a ser doctrinaria ni sistemática: el trascendentalismo, cuyo centro geográfico será Concord, convertido por el escritor y su círculo en el núcleo intelectual de la Norteamérica del siglo xix.
El trascendentalismo emersoniano es una filosofía que pretende una síntesis entre religiosidad e idealismo romántico, entre la visión mística y la lucidez pragmática, concediendo al ser humano como individuo un papel central y rechazando tanto los dogmas del puritanismo y el calvinismo imperantes en aquel entonces en el terreno religioso como el racionalismo filosófico que dominó el pensamiento del siglo xviii en Norteamérica.
Según los postulados del trascendentalismo, la verdad se puede percibir a través de la simple intuición, ya que el ser humano no está separado de Dios, que a su vez está presente en la Naturaleza. Y es que el hombre —como individuo y como miembro de una sociedad—, la naturaleza y Dios son los tres ejes del pensamiento emersoniano, que aborda la interrelación que se establece entre ellos. En sus ensayos, aparecen conceptos fundamentales del trascendentalismo como la noción de oversoul, la superalma o alma universal que engloba a todos los hombres y los conecta con el universo y con Dios, y la de inner light, la luz interior relacionada con el conocimiento a través de la intuición.