(Barcelona, 1957) ha desarrollado una amplia trayectoria como periodista cultural, y actualmente es coordinador del suplemento Cultura/s de La Vanguardia.
Especialista en el mundo del libro y en información literaria, es autor de los ensayos Pasando página. Autores y editores en la España democrática (2003), El síndrome de Frankfurt (2007) y Código best seller (2011) y del volumen recopilatorio Crónicas culturales (2004). Editó, con Sergi Doria, Paseos por la Barcelona literaria (2005).
Fue comisario del Año del Libro y la Lectura 2005 y ha organizado exposiciones antológicas de pintura como Realismo de vanguardia (1997) o Realismo en Cataluña (1999).
En el año 2010 publicó en Destino su primera novela, Una heredera de Barcelona, en la que recrea las vivencias de su abuelo, abogado y periodista, en los conflictivos años 1920. Varias veces reeditada, ha sido traducida al catalán, al inglés y al polaco.
La cultura y su poder transformador a lo largo de cincuenta años de democracia en España
A tenor del próximo aniversario del restablecimiento democrático en España, el periodista cultural Sergio Vila-Sanjuán disecciona en una breve pero intensa crónica el papel de nuestra cultura y su influencia a partir del siguiente planteamiento: ¿ha sido la cultura el buen resultado de un proyecto compartido o más bien el discutible producto de una serie de improvisaciones y renuncias? Esta pregunta se la han formulado a menudo los políticos durante los últimos tiempos. Posiblemente cualquier respuesta debería incorporar elementos contradictorios, pero Vila-Sanjuán defiende que, en sus diferentes apartados —la creación, la gestión y la industria—la cultura ha constituido una aportación sustantiva y a menudo brillante que sirvió para nivelar déficits históricos e insuficiencias; hecha de proyectos concluyentes y conflictos, y también, de cesiones y pactos no siempre altruistas.
A tenor del próximo aniversario del restablecimiento democrático en España, el periodista cultural Sergio Vila-Sanjuán disecciona en una breve pero intensa crónica el papel de nuestra cultura y su influencia a partir del siguiente planteamiento: ¿ha sido la cultura el buen resultado de un proyecto compartido o más bien el discutible producto de una serie de improvisaciones y renuncias? Esta pregunta se la han formulado a menudo los políticos durante los últimos tiempos. Posiblemente cualquier respuesta debería incorporar elementos contradictorios, pero Vila-Sanjuán defiende que, en sus diferentes apartados —la creación, la gestión y la industria—la cultura ha constituido una aportación sustantiva y a menudo brillante que sirvió para nivelar déficits históricos e insuficiencias; hecha de proyectos concluyentes y conflictos, y también, de cesiones y pactos no siempre altruistas.
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